Soy chico y tengo una experiencia muy parecida, clavada prácticamente. Aún sigo en ello, pero cuando hay alguna recaída me pesa menos y siento mayor seguridad en que tengo otras cosas en la vida que deseo conscientemente y que merecen más la pena. Me ayuda mucho precisamente poder poner el tema en común, y es cierto que no es fácil encontrar ese lugar. Lo que te puedo aconsejar es que intentes escribir sobre el tema y generar una crítica personal (cómo te afecta, por qué crees que te afecta, cómo afecta a tus relaciones sociales y sexuales y, por extensión, a las personas que quieres, pensar en el porno como industria y como contenido y reflexionar sobre sus aspectos problemáticos, pensar cómo sería un mundoo sin pornografía…). Además, a mí me ha servido mucho estos años formarme/sensibilizarme en cuestiones feministas, tratando de predicar con el ejemplo en mis relaciones y, sobre todo, forzarme a poner las cosas en común con ELLAS y aprender de ELLAs (concretamente si son críticas con el porno). Con el tiempo me he ido rodeando de gente que defiende un mundo mejor, que tiene una conciencia feminista y de clase increíble, que vive la reflexión y la crítica como facetas esenciales de su vida… Eso ayuda muchísimo. Posiciónate ante el tema, la toma de conciencia y responsabilidad siempre ayuda. Mucho ánimo!
PD: También ayuda mucho el ejercicio frecuente (no es necesario que sea una matada) y configurar un nuevo imaginario al masturbarte: pensar qué te parece deseable y realista, escribirlo en un diario privado para poder recrearte en esas imágenes… Poco a poco te ayudará a no llevarte el imaginario pornográfico a todos lados. No basta solo con no consumir porno (o imágenes y vídeos que no son porno pero que las usas como si lo fuera, en IG, Tiktok, etc.), sino que hay que intentar cambiar el propio imaginario sexual, ya que todo lo malo del porno está implícito en nuestra cultura.
No se si te sirve todo esto de algo, ojalá sí. Un abrazo!