Piensa por ejemplo en Minecraft. Se supone que el objetivo es matar al dragón, pero la gente hace unas cosas espectaculares. ¿Para qué vas a querer hacer un ordenador a base de redstone capaz de simular un juego de pokémon de la gameboy? Pues hay gente que lo hace simplemente por amor al arte. Y esa es la cosa, el amor al arte. Sentido, lo que se dice sentido, no tiene ninguno. Pero al final, en la vida, puedes disfrutar de muchas cosas aunque no lleven a ningún lado. Como tomarse algo en una terracita cuando llega el buen tiempo, o esa canción que tanto te gusta y no puedes dejar de escuchar. Y, ya que tienes esta vida, ¿por qué no disfrutarla? Hay algunas cosas que son una mierda, vale. A veces incluso muchas cosas que son una mierda muy grande. Pero algunas otras podemos disfrutarlas, y es una pena echarlas a perder. Y además, si no encontramos la forma de disfrutar de nada, hay gente que ha estudiado muchos años para poder ayudarnos a hacerlo. Podemos encontrar la ayuda necesaria para disfrutar de la vida y hacer que merezca la pena. Merece la pena intentarlo, más que nada porque la alternativa no da mucho juego. Ya nos moriremos algún día, pero mientras tanto, ¿por qué no intentar conseguir todos los logros de este juego?