s cierto que si te cierras dejarás de sufrir daño por parte de los demás, pero por desgracia se generará un vacío en tu interior que será mucho más dañino para ti que todo el daño externo que puedas recibir. Somos seres sociales y necesitamos a los demás, necesitamos compartir, conectar, reír y llorar con otros, porque esto es lo que da sentido a nuestra vida. La clave no está en construirse una coraza impenetrable que nos proteja, porque también hará que todo lo bueno que podemos recibir de los demás (que es mucho más de lo que imaginas) choque contra esa coraza. El secreto de la felicidad consiste en aprender a sanar con facilidad, y créeme que sanarás mucho más rápidamente si eliges a las personas adecuadas para que te acompañen en este viaje que es la vida.