Los nervios usualmente son un síntoma del miedo que sentimos. Cuando debemos enfrentarnos a una situación nueva o con la que nos sentimos inseguros, estos aparecen. Yo siempre fui muy nervioso, y a día de hoy sigo estando inquieto incluso para las cosas más cotidianas, como ir al gimnasio o quedar con amigos. En el pasado tuve graves problemas con mi ansiedad social.
De todos modos, creo que los nervios no son malos en sí. Son una muestra de que lo estamos a punto de hacer nos importa, le damos un valor. Creo que lo mejor es saber llevarlo con naturalidad, racionalizarlo y tomarse las cosas con calma. En muchas ocasiones (como empezar un trabajo o una cita) comunicar nuestros nervios nos ayuda a mitigarlos y, normalmente, el resto de las personas se sentirán más cómodas y abiertas con nosotros.
Quizás muchos de nosotros no dejemos de ser nerviosos, pero saber enfrentar las situaciones a pesar de los nervios nos va a hacer más resistentes a ellos. Además de que, una vez ya te has zambullido, suelen desaparecer.
Un abrazo 🙂